lunes, 18 de febrero de 2013

La artera utópica.

Si he de engañarte, he de hacerlo muy bien,
con la mirada constante, el susurrar sin doblegar,
la sonrisa perdida de quien no le importa más...
Si he de engañarte, que no sea fingido,
que no sea teatral, que se vea el arte en toda la trola.
Si he de engañarte que sea con premura,
sin tanto atavío, de manera tal que quede exenta al escarnio...
Al escarnio tuyo, al escarnio mio.
Si he de engañarte que sea de manera cruel y socarrona,
sin tanto preámbulo, de manera muy diferente a como sé que
te han engañado antes.
Si he de engañarte he decidido que sea con la verdad más cierta
y funesta que te hayan dicho nunca. Una verdad convicta,
una verdad tan irrefutable como el vivir.
Me tomaré el atrevimiento de engañarte como una mujer audaz,
y tomaré la desición de sobreestimarte,
en caso contrario el embeleco no tendría nada de diverso al resto,
sería un engaño más. 
He decidido engañarte con lo real, para que veas que
justo en ese instante en el que crees y esperas una
mentira, una certeza, embauca más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario