martes, 4 de febrero de 2014

Irisación de fantástica tristeza.

Huele a flor picada,
a muerte temprana,
a hermosos días tristes
que tientan y desvisten.
Un halo de traición quedó
sin sustuir aquél amor,
tarjetas de créditos en el bar
y el barman que se estaba por desnudar.
Un esbozo infantil
había hecho de su vida infeliz,
separación de planos y antropomorfismos
de relaciones con convictos...
Inocencia madurada,
objetivismo desenfocado,
realismo bifurcado
eres todo lo desviado.
Ficción estampada
en una vida desenfrenada,
te lo juro y te lo advierto
que ella buscaba fomento,
mas se perdió en el intento.
Siempre nos quedará el olor
de dulce flor,
recalcando que las batallas
no se libran por las cartas,
se trata de pericia en el empuje,
donde el que menos puede
es el que hunde.